Retomo mi abandonado blog, para recordar a un buen amigo.
Querido Trasto.
Hace dos años, la enfermedad hizo que ya no pudiéramos seguir compartiendo nuestro espacio y aunque sé que siempre tendremos y tendrás, desde donde estés haciéndoles la vida más fácil y alegre a otros, tu cariño, siento que no es suficiente y sigo teniendo esa sensación de vacío que no he podido llenar, desde esa mañana de sábado de hace dos años.
Ahora es tiempo de recordarte y sentir que de alguna forma sigues con nosotros, son tantos los días en los que me parece seguir viéndote revolcándote en el césped o esperando encima de la escalera, o intentando subir alguna bolsa cuando llegábamos a casa. Tantos momentos, tantas experiencias, tanto cariño el que nos diste, que siempre he sentido que estaba un poco en deuda contigo y por eso ahora me atrevo a escribirte esta carta.
Quiero pedirte permiso para poder escribirte cada cierto tiempo, no en esta fecha que para mí es triste, sino en cualquier momento, cuando sienta que necesito no solo acordarme de ti, sino compartir un poco más de mi vida, digo mi cuando debo decir nuestra vida, Pilar y Andrea forman parte de ella y sabes que hoy también es un día triste para ellas.
Quiero contarte que seguimos estando donde estábamos, ya sabes nos gustan las cosas tranquilas, agradables y la verdad nuestra casa, tu casa, siempre nos pareció un lugar que reunía todo eso y en el que pasamos muy buenos ratos.
Los amigos de la pandilla perruna, siguen bien con alguna incorporación y con el buen ambiente de siempre.
Añadiré que por lo demás vamos capeando las dificultades de cada día, siempre intentando aprender de todo ello y sacarle una sonrisa, algo similar a lo que nos enseñaste con tu actitud, mostrar siempre tu mejor versión independientemente de problemas, enfermedades, tristezas, etc.
Se me olvidaba, tenemos una gata adoptada es simpática y afable y seguro que te habrías llevado bien con ella.
Seguiría contándote muchas cosas, pero algo me dice que desde donde estas las conoces. Como te decía antes, a partir de ahora te escribiré mas a menudo, no vamos a esperar a tristes días cuando seguro que podemos contarnos cosas alegres.
Me despido, no me gusta la palabra, con tristeza, no lo voy a negar, pero también con el sentimiento de que sigues estando con nosotros y que estamos pasando del dolor a la serenidad que da la reflexión de todo lo bueno que nos diste y que pudimos disfrutar.
Tengo la sensación de que esta es otra lección de vida que nos has ayudado a entender. Aprender a vivir sin aquellos a los que quieres. Como del dolor de la perdida vamos pasando a ese estado que nos permite seguir viviendo y disfrutando con nuevas experiencias.
Una vez mas gracias por habernos permitido disfrutar y aprender contigo.
Hasta siempre amigo.
Escribir comentario
Arancha y Miguel Angel (lunes, 18 agosto 2014 20:53)
Querido Emilio,
Los que tenemos la suerte de contarnos entre tus amigos, no nos sorprende este tipo de cosas. Eres un corazón puro y agradecido. Un ser especial al igual que lo era Tango.
Siempre he creido que cada uno a su manera, sois dos angeles en la Tierra.
Los Belgas te queremos y hoy también nos hemos acordado de nuestro amigo peludo.
Un beso enorme
A & MA
Nuria (domingo, 09 abril 2017 14:52)
Entiendo tanto tu dolor. He perdido ayer a mi perro, tengo un dolor tan profundo que corta el aire que respiro y me ahoga.
He entrado aquí por casualidad buscando algo sobre coaching y encontré esta entrada.
Gracias por ella.
Besos